martes, 6 de abril de 2010

Fin de semana en el pueblo

Estas pascuas hemos subido al pueblo donde mis padres tienen una casa. Es un pueblo de interior tranquilo, muy tranquilo, quizás demasiado. Recuerda un poco a aquel anuncio del pueblo donde nunca pasaba nada.
Una de las tardes salimos con Maggie a pasear y empezamos a observar cosas curiosas que nos llamaron la atencion y nos hicieron reir:


Una de las avenidas principales del pueblo... jajaja. Lo mejor y más envidiable de todo son las magníficas vistas que tendrán los habitantes de la casa de la izquierda.


Se quedaron sin presupuesto para terminar la valla. Estragos de la crisis.


Lo negro que se ve colocado de malas maneras encima de un banco es una fuente para beber. Sin comentarios. O mejor sí, digno ejemplo de sentido estético.

Y por último...


El tobogán por donde los niños no se tiran, se suididan. Último grito en entretenimiento infantil: esquinas cortantes, medio metro de altura entre el suelo y el final del tobogán y escasez de acolchado para amortiguar la caida.